Pasadas las lluvias fuertes sabemos lo que puede pasar: mosquitos. Pero para entender mejor lo que sucede un grupo de especialistas del Laboratorio de control biológico de plagas y vectores del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología (INBIOTEC-CONICET) nos explican qué esperar y cómo actuar ante estos incómodos organismos. La becaria post-doctoral Rocio de la Paz Lopez, el becario doctoral Guillermo Flores, la investigadora independiente Corina Berón y el técnico asociado Gastón Zubarán nos ayudan a prevenir situaciones incómodas y repensar los métodos para protegernos.
Algunos mosquitos pueden transmitir enfermedades, como el famoso Aedes aegypti, que vectoriza los virus del dengue, Zika, Chikungunya y fiebre amarilla urbana entre otros, y para prevenirlas tenemos que eliminar los sitios donde el insecto cría las larvas (sus bebés), evitando acumular recipientes que puedan alojar agua, tales como floreros, gomas de autos, cacharros, etc. Pero este no el caso del “intruso” que actualmente nos está molestando: Aedes (Ochlerotatus) albifasciatus, también conocido como mosquito charquero, que tiene hábitos muy diferentes y de intruso, no tiene nada. Este insecto vive en zonas rurales, en parques o plazas. Las hembras ponen sus huevos en la tierra húmeda, en lugares que suelen llenarse de agua.
Cuando las lluvias forman charcos de inundación temporarios, los huevos se “abrirán” y “nacerán” las larvas (lo que llamamos eclosión de los huevos). Estos bichos con apariencia de gusanitos acuáticos se transformarán en pupas y seguirán en el agua hasta que aparezcan los adultos: los mosquitos que tanto conocemos. Tardan un día aproximadamente en llegar a la madurez sexual y estar listos para la copula, cuando lo hacen, forman enjambres para encontrar pareja, es allí donde puede observarse nubes con una gran cantidad de mosquitos. Estos insectos voladores se alimentan del néctar de las flores o de la savia de las plantas, pero las hembras necesitan ingerir sangre en su nutrición, sin ella no pueden completar el desarrollo de los huevos ni continuar su ciclo, y es allí donde pueden encontrarse con nosotros.
A veces las lluvias pueden retrasarse, y al llegar a estos terrenos habrá una gran cantidad de huevos por eclosionar, si a eso le damos un par de días y un poco de calorcito tendremos como resultado un montón de mosquitos adultos. Este fenómeno está estrictamente ligado a las condiciones climáticas. Entonces… ¿Por qué temerles? Si bien es la principal especie de mosquito vector del virus de la Encefalitis Equina del Oeste en Sudamérica, en nuestra región, la incidencia de esta enfermedad es baja. Si es cierto que es una de las especies más molestas en áreas rurales y urbanas, ya que emergen sincrónicamente, en general en grandes cantidades después de las lluvias. La buena noticia es que se mantienen en el ambiente unos pocos días ya que en esos ambientes también se desarrollan los predadores naturales, que se ocupan de regular el sistema.
La mejor forma de combatirlos es evitándolos: usar mosquiteros en las casas y repelentes cuando estemos afuera. En las fumigaciones para eliminar estos insectos, se utilizan sustancias peligrosas para otros insectos benéficos (como las abejas, por ejemplo), para otros animales e incluso para los seres humanos. Además, si no se aplican de manera adecuada pueden dejar residuos tóxicos que persisten en el suelo y en el medio ambiente. Estas herramientas son más peligrosas que convivir con este insecto. Tampoco podemos aplicar estas sustancias peligrosas indiscriminadamente en todos los charcos que se llenan después de las lluvias fuertes.
Ahora que ya conocemos a nuestro pequeño “enemigo”, tomemos en cuenta las recomendaciones de este grupo de investigación, sin atacar a quienes comparten el ambiente con nosotros.
Fotografía gentileza: Gastón Zubarán
Fuente: Se pronostican nubes de mosquitos: qué hacer para convivir con ellos | CCT - Conicet Mar del Plata (mardelplata-conicet.gob.ar)